domingo, 12 de junio de 2011

10.4 RELACIONES EXTERIORES DE VENEZUELA DURANTE EL GOBIERNO DE HUGO CHAVEZ.


Las Relaciones exteriores de Venezuela están bajo las funciones del jefe de Estado y Presidente de Venezuela, quien delega funciones al Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores.

Desde que asume el poder Hugo Chávez ha aumentado progresivamente su proyección internacional desde la palestra de mandatario nacional, sus constantes viajes han tenido generalmente carácter comercial, si bien a partir del 2003 su trabajo como figura internacional se ha alejado paulatinamente de este trabajo diplomático hacia la promoción de su plataforma ideológica; apoyando abiertamente a organizaciones y movimientos políticos que, en ciertos casos, están en abierta confrontación con los gobiernos nacionales. Tal es el caso en Perú y Colombia, así como lo fue en Bolivia, antes de la asunción de Evo Morales, a principios de 2006. Ha mantenido además intensas relaciones diplomáticas con mandatarios internacionales abiertamente enfrentados al gobierno de los Estados Unidos, reuniéndose, entre otros, con mandatarios como Nguyen Minh Triet, Robert Mugabe, Fidel Castro, Saddam Husein, Evo Morales y Mahmud Ahmadineyad. Hugo Chávez es una de las figuras de mayor proyección internacional, siendo su popularidad especialmente alta en algunos países de Latinoamérica, al haber sido precursor de la nueva Integración Latinoamericana y Caribeña, del Oleoducto del Sur, del Banco de Sur, de Telesur, y de varios convenios con países pobres para la reducción de los costos en cuanto a materia energética se refiere. Sin embargo, algunos analistas califican estas acciones como una "diplomacia petrolera" y recibe criticas de algunos sectores por manejos ineficientes del gasto publico y el costo que tiene exportar la ideología Bolivariana.

Política para Latinoamérica
Chávez ha promovido la integración latinoamericana más que cualquier otro presidente venezolano en los últimos años, superando los proyectos de otros mandatarios pro-latinoamericanos. Políticas tales como la venta de petróleo en condiciones de pago preferenciales le han valido adhesiones en varios de los países del hemisferio, situación que años atrás parecía imposible. Muchos analistas creen que Chávez influyó para que el chileno José Miguel Insulza, candidato que no contaba con el apoyo de Estados Unidos, resultara elegido secretario general de la OEA.
Se afirma también que su política en América Latina, que incluye la creación y gestión de Petrosur, Petrocaribe, Telesur y otros, lo ha convertido en un personaje influyente en la región. La aceptación de Venezuela dentro de Mercosur como socio pleno en el año 2006, le ha dado un viraje a esta comunidad de naciones, planteando en la agenda no sólo temas comerciales sino sociales. Su gran proyecto gasífero incluye el gran Gasoducto del Sur, que plantea la construcción de un gasoducto desde el Caribe hasta el Río de la Plata, donde participarían los países del Mercosur y Bolivia, en principio. En la actualidad, su cercanía con Bolivia y Cuba, países gobernados por Evo Morales y Raúl Castro respectivamente, les han permitido desarrollar planes controversiales, pero de gran aceptación dentro de ciertos sectores, de salud y alfabetización.
El gobierno de Hugo Chávez ha sido acusado también de dividir al continente ideológicamente y de promover un proyecto expansionista en la región. Inicialmente Chávez apoyó abiertamente a candidatos de su agrado en otros países como el caso de Ollanta Humala en el Perú.

Relaciones con los países árabes y musulmanes
Desde que Chávez llegó al poder, se ha ido acercando a los países árabes y musulmanes, teniendo en cuenta que la mayoría de estos, al igual que Venezuela, son grandes productores y exportadores de petróleo. Chávez promovió la celebración de una cumbre extraordinaria con los países de la OPEP y visitó todos los países miembros incluyendo a Libia, Irán e Irak, cuando este último era gobernado por Saddam Hussein. De esta manera Chávez logró estrechar las relaciones con los países de Medio Oriente con quienes sigue manteniendo intereses comunes en el área energética. Irán es el país musulmán con mayor inversión en Venezuela y ha instalado grandes empresas ensambladoras de automóviles, tractores y otras en el país. Venezuela ha votado en instancias internacionales a favor de Irán dentro de Agencia Internacional de Energía Atómica, donde Venezuela abogó por permitir el desarrollo de la energía nuclear por el país musulmán. En el año 2006, Venezuela fue aceptada como miembro observador de la Liga Árabe.

Relaciones con Israel
Las relaciones diplomáticas entre Israel y Venezuela se iniciaron hace casi 50 años. Venezuela fue uno de los primeros países en apoyar la creación del Estado de Israel según la resolución aprobada por las Naciones Unidas en 1948.
El 3 de agosto de 2006, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció el retiro de su encargado de negocios, representante diplomático de máximo rango en Israel, tras condenar reiteradamente la ofensiva israelí sobre el Líbano. El mandatario venezolano expresó que no tiene ningún interés de mantener relaciones diplomáticas con Israel.
La respuesta no se hizo esperar ya que 4 días después Israel convocó a su embajador en Venezuela, Shlomo Cohen, en respuesta a las posiciones unilaterales adoptadas por Venezuela. Unos meses después las relaciones continuaron.
Israel está considerando una degradación de sus relaciones con Venezuela a la luz de la línea antiisraelí adoptada por el gobierno bajo la presidencia de Hugo Chávez. Israel está preocupado por la creciente alianza entre Chávez y su homólogo Mahmud Ahmadinejad. También existe preocupación en el seno de la comunidad judía de Venezuela, de unos 12.000 miembros, debido a las intenciones de Chávez de centralizar el sistema educativo, lo que afectaría a las escuelas privadas en general, incluidas las hebreas.
El director del Departamento de la Cancillería israelí para América del Sur, Alexander Ben Zvi, expresó que «las relaciones diplomáticas y comerciales entre Israel y Venezuela son complicadas, pero existen. Hay una embajada israelí en Caracas y también una venezolana en Jerusalén.
Relaciones con España
Las relaciones con el gobierno conservador de José María Aznar eran delicadas; España fue el segundo país en reconocer al gobierno de Pedro Carmona, surgido del golpe de estado (EE.UU. había sido el primero). Surgieron críticas contra Aznar dentro de España, por parte del partido Izquierda Unida, cuyo portavoz Gaspar Llamazares afirmó que "el hecho de que Aznar «levantara el teléfono» a Carmona demuestra su apoyo al golpe". El gobierno de Chávez también sugirió un supuesto apoyo del embajador Manuel Viturro al gobierno surgido del Golpe de Estado del 11 de abril de 2002
Posteriormente con el cambio de ejecutivo en España, las relaciones mejoraron ostensiblemente cuando el presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero lo relevó en el cargo, llegando a firmarse acuerdos bilaterales para la venta de barcos y material militar español a Venezuela. No obstante, el 10 de noviembre de 2007, durante la clausura de la XVII Cumbre Iberoamericana que se desarrollaba en Chile se produjo un grave incidente cuando Chávez acusó al antiguo Presidente del Gobierno de España, José María Aznar, de haber apoyado el intento de golpe de estado del 2002, llamándolo “fascista” y "racista" entre otros calificativos. El presidente del Gobierno Español usó su tiempo para exigir a Chávez "respeto" para Aznar "ya que, más allá de diferencias ideológicas, es un mandatario democrático y elegido por el pueblo español", siendo interrumpido repetidamente a micrófono cerrado por Chávez, quien pedía al Jefe de Gobierno de España que le dijera eso mismo a Aznar. El rey de España, que estaba sentado al lado de Rodríguez Zapatero, le espetó a Chávez “¿Por qué no te callas?”. Este incidente diplomático aumentó la tensión entre España y el gobierno venezolano.
En los días siguientes, el gobierno español intentó rebajar la tensión y restar importancia al choque, mientras Chávez fue incrementando las tensiones, a través de repetidas declaraciones acerca del incidente, afirmando, el 14 de noviembre, que "las empresas españolas van a tener que empezar a rendir más cuentas y que yo voy a meterles el ojo a ver qué están haciendo aquí, a todas las empresas españolas que estén en Venezuela", en lo que fue considerado como una amenaza a los intereses empresariales españoles en Venezuela.
El 25 de julio de 2008, Chávez hizo una visita a España tras su gira europea, donde se entrevistó con el Rey don Juan Carlos I y el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. El encuentro con el Rey fue cordial y se disculpó, llegando éste último a regalarle una camiseta con la famosa frase ¿por qué no te callas? dando por zanjadas las desavenencias que habían surgido en la Cumbre Iberoamericana. Más aún, Chávez ofreció a España una colaboración mediante el intercambio de petróleo por un fondo de alimentos y tecnología, similar al que ya mantiene Venezuela con Portugal. Durante la rueda de prensa que siguió al encuentro, afirmó que "Don Juan Carlos, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ministro español de exteriores, Miguel Ángel Moratinos, los tres son buenos amigos y las reuniones fueron muy buenas, en un clima extraordinario".

Exclusión mutua con Estados Unidos
Como resultado de la hostilidad mutua con George W. Bush, en 2005 los agregados militares estadounidenses en territorio venezolano fueron expulsados, acusados de violar la soberanía nacional y las leyes venezolanas, de cometer conspiración y espionaje. Se hizo lo propio con los agentes de la DEA y después con las misiones evangélicas Las Nuevas Tribus. Sólo quedaron los funcionarios diplomáticos estadounidenses en la Embajada de Caracas.
Análogamente, algunos funcionarios venezolanos han tenido problemas a la hora de pisar suelo estadounidense, negándoseles visados y entrada por parte del gobierno de Bush. Al personal cercano al propio Chávez le habían negado en un principio la visa para asistir a la asamblea general de la ONU, en Nueva York, en la que Chávez dio un vigoroso discurso en el que criticó «la resolución impuesta por Estados Unidos de manera antidemocrática» en la asamblea, así como también criticó la política exterior de Estados Unidos, calificó a Bush de «diablo» y acusó a la CIA de ser responsable del asesinato del político chileno Orlando Letelier (ex ministro de Salvador Allende), ocurrido en Washington, DC en 1976 (20 de septiembre de 2006).
El 11 de septiembre de 2008, Chávez expulsa al embajador de Estados Unidos en Venezuela Patrick Duddy, en señal de solidaridad con su homologo boliviano Evo Morales, que tomo una decisión similar la noche anterior al expulsar al embajador estadounidense de Bolivia. En respuesta, el gobierno de los Estados Unidos expulso al embajador de Bolivia y de Venezuela de su país.

Relaciones con Colombia
Las relaciones con el gobierno de la República de Colombia han presentado algunos momentos de excepcional tensión e intercambio de reconvenciones entre cancillerías. Ha habido descontentos con el estado colombiano por mantener el refugio dado bajo la administración de Andrés Pastrana a varios de los participantes del fallido Golpe de estado de 2002, así como también por la acusación, negada por el gobierno de Chávez, de recibir apoyo por parte de las FARC, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, un grupo guerrillero que lucha contra las Fuerzas Armadas Colombianas.
A principios de 2005, la captura del miembro de las FARC Rodrigo Granda produjo una nueva crisis entre ambos países, pues el gobierno de Chávez acusó a Colombia de incursionar en territorio venezolano durante el procedimiento. Posteriormente, también causaron roces algunas declaraciones polémicas del ministro de defensa colombiano Juan Manuel Santos quien cuestionó algunas políticas del gobierno venezolano. A pesar de estos inconvenientes la relación entre los presidentes Chávez y Uribe había sido cordial.
El 5 de agosto de 2007, durante el Aló Presidente número 289, la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba le pide al presidente Chávez hacer gestiones ante al gobierno de Uribe para buscar salidas que propicien el Acuerdo Humanitario que consiste en lograr un acuerdo entre el gobierno colombiano y las FARC para la liberación de los secuestrados que permanecen en poder de esta guerrilla y del reintegro de guerrilleros presos a la vida civil. Chávez habla sobre la importancia del tema pero dice que no actuará sin el aval del gobierno colombiano. Días más tarde el gobierno de Uribe se reúne con la senadora Córdoba y la nombra como mediadora, en dicha reunión se acuerda buscar la ayuda del presidente venezolano para buscar un acercamiento con las FARC. Tras una serie de reuniones con jefes guerrilleros, en noviembre de 2007 el gobierno colombiano decidió terminar abruptamente con la mediación de Chávez y Córdoba, por lo cual el presidente venezolano dijo haber perdido la confianza en Uribe, así como descartó seguir manteniendo relaciones con el país vecino mientras éste último sea presidente de Colombia, y hubo un intercambio de palabras en los medios de comunicación de los dos mandatarios que deterioraron las relaciones entre los dos países.
En diciembre de 2007 la guerrilla de las FARC anunciaron la pronta liberación de tres secuestrados como desagravio al presidente Chávez, para dicho evento Chávez comandó una operación de liberación de los secuestrados (Operación Emmanuel)con el aval del gobierno colombiano.
En enero de 2008, Chávez pidió excluir a las FARC de la lista de terroristas de la Unión Europea y de Estados Unidos. Tal medida no recibió acogimiento ni en Colombia, ni en Estados Unidos, la Unión Europea, Ecuador o Argentina. Posteriormente propuso considerar como fuerza beligerante a las FARC y aplicarle los Protocolos de Ginebra. "Para que una fuerza insurgente sea beligerante, sea reconocida, no debe usar, por ejemplo, el secuestro como arma de lucha, debe renunciar al secuestro, a los actos terroristas contra la población civil", afirmó Chávez. Según algunas opiniones, los convenios de Ginebra son aplicados a todos los actores de conflictos internos, independientemente de su estatus. Sin embargo otros medios han señalado este hecho como un nuevo apoyo de Chávez a las FARC para expandir su ideología Bolivariana y como un chantaje de las FARC para conseguir el reconocimiento de beligerancia, el cual permitiría que otros países comiencen relaciones diplomáticas con un gobierno alterno en Colombia influenciado por Chávez y liderado por las FARC, además de brindarles asilo político, apoyo militar y económico.
El 25 de enero Chávez acusó «al Gobierno de Colombia de estar fraguando una conspiración, una provocación bélica contra Venezuela, por orden de Estados Unidos, para obligarnos a dar una respuesta que pudiera prender una guerra» Días antes catalogó al Presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, de «cobarde, mentiroso, cizañero y maniobrero» rematando con que un «hombre así no merece ser presidente de nada, menos de un país». Al mismo tiempo Chávez ordenó reforzar militarmente la presencia en la frontera con Colombia.
El 4 de febrero, cuando el primer mandatario conmemoraba un año más de la intentona golpista que él mismo encabezó en 1992, Chávez realizó declaraciones que causaron polémica al decir que Venezuela limita «en buena parte del oeste y suroeste no con el Estado colombiano, sino con las FARC»". Pompeyo Márquez, el líder histórico de la izquierda venezolana declaró que: «Chávez utiliza a las FARC para posible guerra asimétrica», al estilo Hezbolá. Entanto el escritor Oscar Yanes dijo que «El gobierno válido para Chávez no es el de Uribe sino el de las FARC»
El 1 de marzo, las fuerzas armadas colombianas bombardearon un campamento de las FARC sobre suelo ecuatoriano, el presidente venezolano condenó la violación de la soberanía del Ecuador diciendo que el gobierno colombiano debe abstenerse de hacer lo mismo en suelo venezolano porque «se encontrará con una guerra».
El 2 de marzo, a través de un programa de radio y televisión, ordenó al Ministro de Defensa de Venezuela, Gustavo Rangel, el envío de 10 batallones de tanques hacia la frontera con Colombia y solicitó al Canciller Nicolás Maduro el retiro de todo el personal de la embajada en Bogotá, y el cierre de la misma de «forma inmediata». El embajador Pavel Rondón se había retirado dos meses atrás sin retornar, cuando Chávez congeló las relaciones. Según él, el gobierno de Colombia pretende convertirse en el «Israel de América Latina». Posteriormente volvió con un discurso en contra del presidente del vecino país: «Uribe es un criminal, no sólo un mentiroso, un paramilitar y dirige un narcogobierno, lacayo del imperialismo norteamericano, subordinado de Bush, hace lo que él manda a hacer. Es un criminal y dirige una banda de criminales en el Palacio de Nariño».
9 de marzo, Gracias a la mediación del presidente dominicano Leonel Fernández las diferencias diplomáticas entre Colombia y Venezuela quedan zanjadas en la Cumbre de Río
10 de marzo El embajador de Colombia en Venezuela, Fernando Marín, expulsado por Chávez regresa a Caracas. Las relaciones comenzaron a normalizarse en julio de 2008 cuando los dos mandatarios se encontraron en República Dominicana, durante la denominada Cumbre de Santo Domingo. Chávez descalifica el informe de la Policía Internacional (Interpol) entregado en Bogotá, en el que el organismo certifica que las computadoras de "Reyes", en las que aparecen documentos que supuestamente establecen nexos entre las FARC y los Gobiernos de Venezuela y de Ecuador, no fueron alteradas. Chávez dijo que su enemistad con Uribe se produjo por el hecho de que no lo llamó al momento de terminar la mediación pero aseguró que era momento de pasar la página y restablecer las relaciones.


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